
El aceite de semilla de calabaza posee una acción antiinflamatoria, indicada de forma particular en las inflamaciones de las vías urinarias, y que se ve reforzada por su riqueza en zinc, oligoelemento que posee una acción particular en el sistema genito-urinario masculino, ya que participa directamente en la espermatogénesis, además de ser un mineral que actúa como cofactor del enzima delta-6-desaturasa, en la ruta de biosíntesis de las prostaglandinas antiinflamatorias.
El aceite de semilla de calabaza también tiene una acción positiva sobre los esfínteres, en particular para personas que tienen incontinencia urinaria, prostatitis, uretritis e hipertrofia benigna de próstata (HBP), resultando igualmente eficaz en las infecciones urinarias femeninas (cistitis).